Hacía 6 semanas que había hecho el Ironman de Lanzarote, pero no me lo podía perder.
Se me hizo muy duro, entre otras cosas por estar tan seguidos.
Aquí estamos unos cuantos de los que fuimos.
Inolvidable para nosotros y para nuestras familias.
Doy gracias a la mía por llevarme hasta la meta una vez más.
Se me pasó por la cabeza en más de una ocasión abandonar, pero me prometí a mi mismo que mientras pueda, siempre que tome la salida de un Ironman llegaré a meta (salvo causas de fuerza mayor). El ver a Helena, a Ana y a Rober junto con el resto de la expedición animando, me llevó hasta la meta, superando todas las dificultades.
Durante los próximos años es posible que mejore y después empeore mis tiempos, pero lo que me hace entrenar es la visualización del momento de cruzar la meta.
